En general no me suelen gustar las adaptaciones de novela a cómic y La ciudad de cristal es una de las razones de ello. No aporta nada. De hecho, destripa el libro, porque te deja claro desde el principio que el protagonista se ha creído uno de sus personajes. La novela original es una suerte de Don Quijote moderno, pero incide en el proceso psicológico de la caída en la locura. Aquí no hay nada. No se la recomiendo a nadie.
El caso es que los profesores se preocupan por que sus alumnos lean. Para eso recurren a lo que sea, tratando de acercarse a sus intereses. Así surge la literatura juvenil y cosas por el estilo, que siempre son una mierda que no le gusta a nadie. Muchos profesores tendrán la tentación de comprar este cómic para que su alumnado se acerque a la alta literatura -Paul Auster es un autor bastante reconocido-. Un error. Los alumnos sí leen, pero lo que les gusta. Y la adaptación a cómic de La ciudad de cristal no mola. No está al nivel de la versión manga de El Quijote que hay en la biblioteca de mi instituto, pero poco le falta.
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