Christophe Blain: Gus

    La reseña de la editorial dice que estos cómics son una revisión en clave humorística de los tópicos del western. Es indudable que hay algo de metaliteratura/metacine en este serie de cómics. En este sentido no es nada nuevo. Es un tema típico de la postmodernidad. Una periodo histórico que hereda los temas y las formas del anterior, pero cuya nueva sensibilidad es distinta, solo le queda darle vueltas a esos temas, revisarlos, parodiarlos y llevar las formas al extremo. Si Gus fuese solo eso no creo que hubiese tenido el éxito que tuvo. Gus es mucho más. 

   En primer lugar, todas las historias tienen lo que tiene que tener una obra de arte: la capacidad de la sugerencia. En todo momento el lector tiene la sensación de que hay mucho más de lo que se ve en una primera lectura. Es una obra compleja, que se abre a distintas interpretaciones a medida que uno reflexiona sobre ella. Lorca decía que la poesía está en el misterio. No quiero comparar a Blain con Lorca ni mucho menos, pero su obra tiene esa dosis de misterio para que se lectura se abra. 

   En segundo lugar, la mayoría de las historias de este serie nos hacen reflexionar sobre nosotros mismos. Realmente no están hablando de unos forajidos del Salvaje Oeste. El lecto sentirá muy cercanos a estos personajes porque sus problemas -sobre todo las relaciones entre sexos- son los nuestros hoy en día. 

   Y en tercer lugar me gusta el dibujo. Una parodia del Far West no podía tener otro dibujo, caricaturas exageradas que por momentos casi son esquemáticas. Funciona muy bien.