Criado en la América profunda de Wisconsin, Thompson cuenta en esta novela autobiográfica su infancia y adolescencia apoyándose en un espléndido dibujo y pulso narrativo. Cansado del autoritarismo paterno y de los abusos vividos en la escuela, Craig se refugia en el dibujo, un “placer frívolo” del que sus educadores se esfuerzan en apartarle. Su sentimiento de culpabilidad alcanza el límite cuando conoce a Raina en una colonia de vacaciones parroquial y se enamora perdidamente de ella. La férrea disciplina cristiana en que ha sido educado se tambalea.
A este cómic le encuentro algunos méritos:
Se lee muy bien. A pesar de que la trama no es un thriller que lleva a devorar página tras página, la lectura es bastante agradable. Es cierto que en algunos pasajes se hace un poco lento, pero en general es de lectura fácil.
Además, como testimonio de un cierto tipo de sociedad, me parece muy interesante. Retrata esa Norteamérica profunda, ultracatólica, analfabeta, fanática y ultraderechista que vemos en las películas. Pero, a diferencia de ellas, no es un director neoyorkino que la satiriza con fría superioridad. Craig Thompson se crió ahí, fue uno de ellos, padeció sus mismas inseguridades, sus miedos, su forma de entender el mundo y su falta de alternativas. Un submundo fanático en el que las personas apenas si tienen opciones de salir de él. Pero Thompson no se ceba con él. Lo denuncia, pero creo que en el fondo entiende a las personas. Su autobiografía es más una denuncia social, que un ataque a las personas individuales. Parece como si los perdonase, incluso a aquellos que le hicieron la vida imposible.
Me gusta también el dibujo, a caballo entre el realismo y la caricatura. Y también me gusta cuando cambia de estilo y se vuelve surrelista para representar los pensamientos y los sueños del protagonista.
Y me gusta que, si no he entendido mal, es la primera historia gráfica que se pensó para ser publicada íntegramente en una sola edición, no por entregas.
Sin embargo, la obra es bastante ñoña. Craig conoce a Rania, de la que se enamora. Es su primera historia de amor. Y la cuenta como si fuese un adolescente cursi. De tan inocentón que es, a mí me echaba de la lectura. Supongo que eso será lo que le pasa a un chico que ha vivido en una burbuja ultracristiana cuando despierta a la vida. Supongo que un niño que ha vivido en tal ambiente será así de inocente y de cursi. Supongo muchas cosas, pero yo no soy una persona así, por lo que me pareció bastante empalagoso.
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