martes, 27 de febrero de 2024

Rosseau

 




- La historia del hombre empieza en el estado de naturaleza. En este estado, el hombre es movido por impulsos naturales e irreflexivos. El impulso principal es el amor a sí mismo. Pero este amor a sí mismo no quiere decir egoísmo, sino justo lo contrario. Rosseau señala que hasta algunos animales acuden en ayuda de otros. 

- En segundo lugar, el medio natural limita los deseos humanos. Los deseos humanos se despiertan ante la presencia de los objetos del deseo, y al hombre natural se le presentan pocos objetos deseables. Así que el hombre natural se contenta con poco. Le basta el alimento, una mujer y el sueño. Y los únicos males que teme y por tanto tiende a evitar son el dolor y el hambre.

- En el estado de naturaleza, no se establecen algunas diferencias morales, ya que la ausencia de propiedad impide la aplicación de conceptos como justicia e injusticia. Sin embargo, esto no implica que los juicios morales carezcan de relevancia. Al actuar conforme a necesidades básicas y ocasionalmente a la simpatía, el ser humano en su estado natural tiende a comportarse de manera buena, no mala. En este sentido, tanto la doctrina cristiana del pecado original como la concepción de Hobbes sobre la naturaleza humana son consideradas falsas.

- Después del estado de naturaleza, se entra en la vida social. La experiencia de los beneficios de la cooperación, la introducción de la propiedad, el desarrollo de habilidades agrícolas y metalúrgicas, dan lugar a formas complejas de organización social, aunque aún no existan estructuras políticas establecidas. La introducción de la propiedad y el aumento de la riqueza generan desigualdad, opresión, esclavitud y, como consecuencia, delitos como el robo y otros crímenes. Con el surgimiento de la noción de lo que es mío y tuyo, empiezan a tener relevancia los conceptos de justicia e injusticia. Sin embargo, el avance de estas distinciones morales va de la mano con un aumento en la depravación moral. Los males resultantes de esta depravación alimentan el deseo de establecer instituciones políticas y legales, las cuales emergen a través de un contrato social.

- En cuanto a las instituciones políticas, se busca resaltar la discrepancia entre los propósitos que podrían haber servido originalmente (según la exposición del contrato) y los propósitos que realmente cumplen. Según Rousseau, el Estado fue inicialmente concebido como un medio para legislar y aplicar las leyes de manera imparcial, corrigiendo así los desequilibrios sociales y proporcionando justicia equitativa. Aunque teóricamente podría volver a cumplir estos objetivos, en la práctica se ha transformado en un instrumento de despotismo y desigualdad. En el estado de sociedad anterior al contrato, se requerían líderes para prevenir el abuso de poder; sin embargo, en realidad, esos líderes han establecido y utilizado las leyes para mantener un sistema en el que los poderosos y propietarios no solo oprimen a los pobres, sino que además invocan la autoridad legal para respaldar su opresión.

- ¿Por qué los individuos actúan de manera distinta a buscar su propio beneficio inmediato? Hay dos razones principales. La primera radica en que aquellos capaces de ponderar entre su propio interés y el de los demás deben, incluso al elegir sus propios intereses, tener una relación empática con los demás, al menos en cierto grado, de modo que el interés ajeno pueda considerarse como una opción. Un recién nacido no es egoísta porque aún no se enfrenta a la disyuntiva entre el altruismo y el egoísmo. Incluso el psicópata no puede ser considerado egoísta, ya que ni él ni el recién nacido han alcanzado el punto en el que el egoísmo es una posibilidad. La segunda razón radica en que al perseguir las metas más inherentes al ser humano, resulta imposible separar una parte que atienda a nuestros propios intereses de otra dedicada a las necesidades de los demás.

- Rousseau argumenta que lo que los individuos buscan para sí mismos es un cierto estilo de vida que se vive en un determinado tipo de relación con los demás. El auténtico amor propio, que es nuestra pasión original, establece la idea de una relación recíproca entre uno mismo y los demás, sirviendo así como fundamento para comprender la justicia. A medida que se cultivan los sentimientos morales más básicos, las virtudes más complejas se desarrollan gradualmente. Las simples morales del corazón representan una orientación segura.

- No obstante, al considerar estas verdades fundamentales, nos encontramos con una marcada discrepancia entre lo que dictan y lo que dicta la moralidad que ha sido generada por las instituciones establecidas. Por lo tanto, la reforma de estas instituciones se convierte en el requisito previo indispensable para una reforma moral sistemática. La civilización constantemente genera nuevas aspiraciones y necesidades, las cuales están principalmente vinculadas a la adquisición de propiedades y poder. A medida que la sociedad se vuelve más adquisitiva, los individuos se tornan egoístas debido a la proliferación de intereses privados. Por ende, la labor del reformador social radica en establecer instituciones en las cuales la preocupación primordial por las necesidades de los demás sea restaurada en la forma de un interés por el bien común. En las comunidades avanzadas, los individuos deben comprender que no pueden actuar únicamente como seres individuales o como meros hombres, sino más bien como ciudadanos comprometidos con el bienestar colectivo.

- El ordenamiento político propuesto por Rousseau se centra en la idea de una voluntad común expresada a través de instituciones, conocida como "la voluntad general", que contrasta con la mera suma de voluntades individuales, denominada "la voluntad de todos". Esta concepción política está intrínsecamente ligada a consideraciones morales. Rousseau argumenta que la sociedad debe ser entendida desde la perspectiva del individuo y viceversa; aquellos que intentan separar la política de la moral no comprenden ninguna de las dos.

- Para Rousseau, responder a la pregunta "¿Qué debo hacer?" requiere primero responder a la pregunta "¿Quién soy yo?" Esta última pregunta especifica mi lugar en la red de relaciones sociales, y dentro de estas relaciones se revelan los fines con los cuales pueden juzgarse las acciones. Si se considera que el orden social está corrompido, surge la necesidad de descubrir los fines de la acción moral en una forma de vida social ideal que aún no existe pero que podría concebirse. Rousseau sugiere que esta forma de vida sería considerada justa por un corazón no corrompido.

- Aunque Rousseau parece sugerir a veces que solo en un orden social justo el corazón se alejaría de la corrupción, esto implicaría un círculo lógicamente vicioso. Sin embargo, Rousseau argumenta que una verdadera conciencia siempre está disponible para proporcionar orientación moral. Así, cuando la conciencia se institucionaliza en asambleas deliberativas preocupadas por el bien común y las normas de justicia, estas se convierten en expresiones de la voluntad general. Aunque las deliberaciones populares pueden ser erróneas, la voluntad general tiende siempre hacia el bien público, aunque el pueblo pueda ser engañado y parezca desear lo que es perjudicial en ocasiones.





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