La noción de vida según la perspectiva aristotélica se distingue por varios elementos fundamentales:
Noción de Vida:
- Movilidad: Aristóteles considera que la vida se caracteriza por la capacidad de movimiento. Este principio se aplica tanto a los seres vivos como a los no vivientes, aunque de diferentes maneras.
- No vivientes vs. Vivientes: Los seres no vivientes, como los minerales, carecen de un principio intrínseco de movimiento y solo pueden experimentar cambios cuando son afectados por agentes externos. En contraste, los seres vivientes poseen un principio interno de movimiento que les permite actuar y desarrollarse por sí mismos.
- Diferencia entre materia y forma: En la visión aristotélica, la materia es común a todos los seres, mientras que la diferencia radica en la forma, que es el principio intrínseco de movimiento que distingue a los seres vivos.
- Movimiento local y automodificación: Además del movimiento local, los seres vivos también exhiben la capacidad de auto-transformación y adaptación, lo que les permite responder a su entorno y mantener su estructura y función.
Grados de Vida:
- Plantas: En el escalafón de la vida, las plantas ocupan el nivel más bajo y poseen lo que Aristóteles llama un "alma vegetativa". Esta alma les otorga la capacidad de nutrirse, crecer y reproducirse, pero no tienen sensibilidad ni movimiento consciente.
- Animales: Los animales están un escalón por encima de las plantas y poseen un alma sensitiva, que les permite experimentar sensaciones, moverse en respuesta a estímulos, tener apetitos, fantasías y memoria.
- El Hombre: En la cima de la jerarquía de la vida se encuentra el hombre, quien posee un alma dotada de entendimiento y voluntad, además de las capacidades sensitivas compartidas con los animales. Esta alma racional permite al hombre alcanzar un nivel de comprensión y autorreflexión único en el mundo natural.
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