jueves, 31 de julio de 2014

Un largo adiós (Robert Altman)




    Desde luego no es la mejor película de Robert Altman. La hizo por encargo, y eso se nota. No es una de esas películas tan suyas, corales, con un reparto de actores monumental, y un montón de pequeñas historias que se dibujan, se intuyen y sugieren una vida tras el breve encuentro que tiene el espectador con ellas. 
    Un largo adiós es una adaptación de la novela de Raymond Chandler, con su detective y todo eso. Filmafinnity la resume así:
    
    Una noche de verano, Terry Lennox aterriza en el ático de su amigo Philip Marlowe y le pide que lo acompañe hasta la frontera mejicana para cambiar de aires. Marlowe acepta la propuesta, pero al regresar a su casa se encuentra con que la policía le pide explicaciones sobre ese viaje. Marlowe termina entre rejas acusado de complicidad en el asesinato de la mujer de Terry, que ha aparecido brutalmente apaleada.


    Es una buena película. Género negro puro y duro. La trama va como un tiro y se resuelve al final quizá de modo un poco previsible. A mí, en general, el género negro no me interesa lo más mínimo y, sin embargo, estuve bastante entretenido las dos horas que dura la película. 
    Robert Altman tenía el encargo de adaptar El largo Adiós de Chandler. Yo no sé de quién fue la idea, porque lo cierto es que hay pocos directores que se me ocurran que tengan un estilo tan alejado de lo que se espera de una película de detectives duros, que fuman y beben mucho. Sin embargo, Altman es un profesional y resuelve bastante bien el encargo. La estética está muy bien cuidada y, en general, los planos también. 
    En el haber de la película está que Altman consiguió un Philiph Marlowe más humano, como un poco más vacilón que el de la novela. Yo nunca me había acabado de creer a personaje literario y, sin embargo, el de la película me entró sin problemas. Es cierto que tal vez Elliott Gould no fuese el actor adecuado para hacer de Philiph Marlowe. Desde luego su interpretación no va a pasar a la historia, pero creo que le da un punto hasta alegre al personaje que a mí me gustó. Entiendo que los puristas del género y los fanáticos de Chandler abominen de él, porque hace una interpretación muy personal, que insisto en que a mí me gustó. También Benjamin Black/John Banville hace una versión propia y todo el mundo está que no mea. Pero claro, Banville es un escritor de culto...
    Otro puntazo de la película es la presencia Nina Van Pallandt, un bellezón con todas las letras. Quizá no sea la mejor actriz del mundo, pero para hacer de rubia ambigua está estupenda. Viéndola en la pantalla uno puede entender que alguien se deje engañar por ella, porque con sólo mirada basta para perder la cabeza.
     Si tengo que ponerle alguna pega, además de que se nota que para Altman era un encargo y no le pone el alma que puso en otras cintas. es que la resolución del crimen es un poco chapucera. Siempre digo que lo que menos me importa es trama. Soy un espectador/lector de personajes y poco o nada me importa que las piezas encajen al final como un reloj suizo. Pero aquí no es que no encajen como un reloj suizo, es que parece que llegó a los noventa minutos de metraje y había que terminar en veinte, así que precipita todo y la verdad es que no se sigue muy bien. Pero este defecto no es achacable a Altman. Las novelas de Chandler ya son así. 
    En definitiva, no es una película que vaya a cambiar la historia del cine, pero está bien. Uno puede verla para pasar el rato o, si es un talibán del género negro o de Chandler, para indignarse de esta versión un tanto personal. 

2 comentarios:

  1. Coincido bastante contigo, ElliotGould, su doblaje mezcla de Michael Caine y Jack Nicholson o lo 2 a la vez. El soporífero inicio con el gato, el supermercado, las vecinas... Lógico que desde la aparición de la policía le entren las prisas

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  2. A mí me gusta el cine negro y aunque esta película no es, ni de lejos, de las mejores, me gustó. En una tarde de resaca como la de hoy, a las 18 de la tarde, haciendo zapping, vemos que está a punto de empezar "Un largo adiós". Si bien es cierto que es previsible, se deja ver muy bien; por lo menos nos hizo pasar dos horas delante del televisor entretenidos.

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