domingo, 17 de enero de 2016

The Omega Man (Boris Sagal )



   De niño, gratis el videoclub de mi barrio, vi muchísima ciencia ficción de serie B. The Omega Man fue una de aquellas películas de las que guardaba un recuerdo entrañable. Recordaba el comienzo, con Charlton Heston conduciendo el descapotable por una ciudad desierta y me emocionaba solo con hacerlo. Estas navidades aproveché una gripe que me tenía tendido en la cama para volverla a ver y siento decir que hay recuerdos que es mejor no remover. Lo que en su momento me resultó fascinante, ahora solo me parece kitsch.

  La película empieza fenomenal. Crea un ambiente interesantísimo y, aunque ha envejecido fatal, esa estética setentera es muy agradable de ver. Supongo que a un chaval de 20 años de hoy en día que la única ciencia ficción que ha visto sea Interstellar, le parecerá de lo más cutre y, por tanto, inverosímil. Pero a todos aquellos que entramos en el género en los años 70/80 no nos resulta difícil saltar la barrera de los efectos y aceptar lo que estamos viendo. Además, los primeros minutos de visionado avanzan a un ritmo frenético. El protagonista que vive solo en una casa y que es al mismo tiempo perseguidor y perseguido por la secta religiosa de semizombies es fantástico. Esto ya estaba en la novela e hicieron muy bien en mantenerlo. Sin embargo, no me entra en la cabeza el desastre de guión a partir de los 45 minutos. Todo lo que había de bueno en el desarrollo de la acción de la novela de Matteson es sustituido por giros previsibles y sin ninguna profundidad psicológica. No es más que una historia de amor fallida y un personaje que da la vida por la humanidad. Una americanada de carallo.


   Sin embargo, tampoco quiero desanimar a la gente. Si os gusta la ciencia ficción y crecisteis viendo este tipo de producciones setenteras, The Omega Man es un chute de nostalgia. Y no debemos olvidar que El planeta de los simios también era originalmente ciencia-ficción de serie B. Otra cosa es que el resultado fuese excepcional y alcanzase al gran público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario