La
idea de esta serie documentales es escoger varios elementos del
planeta tierra (océanos, desiertos, mar, ríos, bosques, etcétera)
y reflejar modos de vida humanos que han surgido como resultado de la
necesidad de adaptarnos a esos entornos. Este punto de partida me
parece muy sugerente y hubiese dado para una buenísima colección de
documentales que estudiase la relación del ser humano con su
entorno. Pero no. El interés de los autores de Planeta humano no
era científico, sino estético y comercial. En consecuencia, las
personas, sus vidas y entornos naturales fueron escogidos atendiendo
a criterios de exotismo, espectacularidad y belleza visual. El
resultado es una colección de historias muy bien filmadas -la parte
técnica del documental es de matrícula de honor-, con unas imágenes
que te dejan con la boca abierta, pero que no dejan en el espectador
más conclusión que en el planeta hay cosas muy, muy raras y muy,
muy bonitas.
Gracias
a la parte técnica el documental se ve muy bien. Es entretenidísimo
y el tiempo pasa volando. Otra cosa es que cumpla con el objetivo que
se le presupone a todo documental. Según la Real Academia de la
lengua española el documental es el género audiovisual con
intención didáctica e informativa. Y en Planeta
Humano didactismo
hay más bien poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario