Magnífica serie que cuenta las aventuras y desventuras de Tara, una madre de dos hijos que padece personalidad múltiple. Una comedia negra que es la cara b del modelo americano de casita urbana con jardín, dos hijos y un golden retriever. Tara es una loca, el marido está completamente superado por la situación, la hija mayor es un putón y el hijo menor un homosexual pedantuelo. Pero no debemos equivocarnos. United States of Tara no se limita al nihilismo cínico de, por ejemplo, South Park. Destruir sin proponer es fácil. No es el caso de United States of Tara que, además de ofrecernos el lado oscuro, es ante todo un canto de amor. Pese a todo, es familia se quiere porque no hay una única forma de ser una famila, pese a lo que el discurso dominante trata de imponer en el imaginario colectivo. Y así, ante nuestros ojos, se van desarrollando unos personajes entrañables a los que coges un cariño especial y a los que de verdad sientes abandonar al final de la tercera temporada. Es una auténtica pena que la falta de audiencia llevase a la cancelación de la serie. No es que el final sea malo, pero no deja las cosas cerradas. Parece más el final de una temporada que el cierre de una serie. En cualquier caso, merece la pena verla, y mucho.
jueves, 13 de agosto de 2015
United States of Tara.
Magnífica serie que cuenta las aventuras y desventuras de Tara, una madre de dos hijos que padece personalidad múltiple. Una comedia negra que es la cara b del modelo americano de casita urbana con jardín, dos hijos y un golden retriever. Tara es una loca, el marido está completamente superado por la situación, la hija mayor es un putón y el hijo menor un homosexual pedantuelo. Pero no debemos equivocarnos. United States of Tara no se limita al nihilismo cínico de, por ejemplo, South Park. Destruir sin proponer es fácil. No es el caso de United States of Tara que, además de ofrecernos el lado oscuro, es ante todo un canto de amor. Pese a todo, es familia se quiere porque no hay una única forma de ser una famila, pese a lo que el discurso dominante trata de imponer en el imaginario colectivo. Y así, ante nuestros ojos, se van desarrollando unos personajes entrañables a los que coges un cariño especial y a los que de verdad sientes abandonar al final de la tercera temporada. Es una auténtica pena que la falta de audiencia llevase a la cancelación de la serie. No es que el final sea malo, pero no deja las cosas cerradas. Parece más el final de una temporada que el cierre de una serie. En cualquier caso, merece la pena verla, y mucho.
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