Un
amigo siempre me dice que a una serie de permito cosas que a una
película jamás permitiría. Nunca me tomé demasiado en serio esta
afirmación hasta que volví a ver Colorado Jim. Y no porque
haya encontrado en esta película tachas que toleraría en las
series, sino justamente por todo lo contrario. Es redonda, perfecta,
sin una sola estridencia ni un solo elemento que no te tenga en
tensión atrapado mirando la pantalla.
Se
han escrito miles de líneas sobre Anthony Mann y su cine y no voy a
ser yo ahora el que haga un análisis definitivo de Colorado Jim.
Si escribo este post es solo por rescatar algunas cuestiones por las
que creo que es muy recomendable verla:
a)
el ritmo. La acción avanza a toda velocidad. No hay elementos
superfluos que retarden la acción o que distraigan del conflicto
principal. Hay quien dice que la pelea con los indios no venía a
cuento, aunque yo eso no lo tengo tan claro. En primer lugar, la
presencia continua de los indios supone una amenaza constante que
provoca tensión en el espectador y le mantiene pegado a la pantalla.
Y, en segundo lugar, la pelea refleja cómo la actitud de uno de los
personajes ocultando parte de su pasado pone en riesgo mortal a todos
los demás.
B)
los personajes. A diferencia de las novelas y las series de
televisión que tienen mucho tiempo para dibujar personajes complejos
y desarrollarlos, las películas tienen que contentarse con apuntar y
sugerir sus conflictos. En esto, Sam Rolfe y Harold Jack Bloom son
unos auténticos maestros. Con apenas unas pinceladas dadas aquí y
allá entre tanta acción, construyen cinco personajes redondos,
marcados por sus historias pasadas.
C)
la fotografía. Fantástica. La presencia de la naturaleza en todo su
esplendor es casi un personaje más.
D)
los diálogos. El modo en el que Millard Mitchell siembra la
desconfianza entre sus captores es maravillosamente sutil.
Y
supongo que habrá muchísimas más razones para ver esta película,
pero ya digo que este post es solo para apuntar algunas por las que a
mí me lo parece.
No
me gustaría terminar sin advertir al posible espectador de que debe
ver esta película sí o sí en versión original subtitulada. No soy
un fanático de las versiones originales. No tengo nada en contra de
ver una película doblada, siempre y cuando esté bien hecha. Pero el
doblaje de esta película es infernal. No entiendo por qué han
tenido que poner a todos los personajes hablando a gritos
continuamente, sobre todo cuando se supone que uno está sembrando la
desconfianza entre ellos. Tiene que hablar sin que le oigan los demás
y difícilmente eso va ser posible si grita como un becerro.
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