Apaches es la tercera entrega de la trilogía Legends West, junto con Badlands y Warlock. Se concibieron en forma de trilogía por su temática, pero son tres historias independientes protagonizadas por personajes diferentes que pueden ser leídas en el orden que uno desee -o no leerlas todas-.
Apaches se llama apaches porque cuenta la derrota definitiva de los indios apache de Nuevo México, aunque realmente esta no es la trama principal. Alrededor de este acontecmiento, Hall desarrolla una colección de personajes fascinantes que, como sucedía en Warlock, parecen condenados a la tragedia. Esta tendencia a la tragedia de los personajes de Oakley Hall se deriva lógicamente del género que escoge para esta trilogía . Las tres son westerns crepusculares, en las que se refleja el modo en que aquel estilo de vida del lejano Oeste está siendo sustituido por el progreso.
La técnica narrativa de Apaches es la misma que la de Warlock: empieza centrándose en uno de los personajes que parece que va a ser el protagonista absoluto de la obra, pero, a un tercio de la narración, se centta en otro que había aparecido como secundario y lo convierte en protagonista al nivel del primero. Repite esta técnica varias veces hasta que sus novelas son casi obras corales.
Oakley Hall recrea un mundo salvaje y cruel que probablemente se asemeje más a lo que fue el lejano Oeste que las películas de vaqueros de los años 40 y 50. En este mundo salvaje y cruel los personajes tienen que salir adelante con sus miserias y sus grandezas. Hall no cae nunca en el maniqueísmo. Las cosas nunca son blancas o negras, de ahí la grandeza de sus obras. Los conflictos morales que desarrolla en Apaches nunca tienen una solución fácil, cómoda para el lector. Todo en esta obra está lleno de matices, de claroscuros, y, en definitiva, del aliento de la vida real. No tiene nada que ver con esas historias con unos buenos muy buenos y los malos horribles y detestables que se merecen lo que les pase a los que nos tiene demasiado acostumbrados Hollywood. Aquí hay personajes mejores y otros un poco peores, pero que todos tienen sus razones para hacer lo que hacen y a los que la vida los ha llevado por situaciones difíciles.
No me resisto terminar esta reseña sin hacer referencia a la grandeza con que Hall trata a los personajes femeninos. El lejano oeste era un lugar muy difícil para las mujeres. La dominación masculina y la violencia generaba una sociedad hostil en la que las mujeres no les quedaba más opción que ser ñoñas esposas reprimidas o prostitutas. En sus personajes femeninos Hall hace un canto a aquellas mujeres que lucharon y pudieron sacar adelante y vivir vidas plenas en aquel mundo hostil.
La técnica narrativa de Apaches es la misma que la de Warlock: empieza centrándose en uno de los personajes que parece que va a ser el protagonista absoluto de la obra, pero, a un tercio de la narración, se centta en otro que había aparecido como secundario y lo convierte en protagonista al nivel del primero. Repite esta técnica varias veces hasta que sus novelas son casi obras corales.
Oakley Hall recrea un mundo salvaje y cruel que probablemente se asemeje más a lo que fue el lejano Oeste que las películas de vaqueros de los años 40 y 50. En este mundo salvaje y cruel los personajes tienen que salir adelante con sus miserias y sus grandezas. Hall no cae nunca en el maniqueísmo. Las cosas nunca son blancas o negras, de ahí la grandeza de sus obras. Los conflictos morales que desarrolla en Apaches nunca tienen una solución fácil, cómoda para el lector. Todo en esta obra está lleno de matices, de claroscuros, y, en definitiva, del aliento de la vida real. No tiene nada que ver con esas historias con unos buenos muy buenos y los malos horribles y detestables que se merecen lo que les pase a los que nos tiene demasiado acostumbrados Hollywood. Aquí hay personajes mejores y otros un poco peores, pero que todos tienen sus razones para hacer lo que hacen y a los que la vida los ha llevado por situaciones difíciles.
No me resisto terminar esta reseña sin hacer referencia a la grandeza con que Hall trata a los personajes femeninos. El lejano oeste era un lugar muy difícil para las mujeres. La dominación masculina y la violencia generaba una sociedad hostil en la que las mujeres no les quedaba más opción que ser ñoñas esposas reprimidas o prostitutas. En sus personajes femeninos Hall hace un canto a aquellas mujeres que lucharon y pudieron sacar adelante y vivir vidas plenas en aquel mundo hostil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario