sábado, 5 de diciembre de 2015

Gerd Baumann: El enigma multicultural.



    El multiculturalismo nos lleva al desafío de cómo establecer un Estado de justicia e igualdad entre tres partes: los que creen que es una cultura nacional unificada, los que basan su cultura en la identidad étnica, y los que ven su religión como su cultura. Esto implica que hay que replantearse los conceptos de nación, identidad étnica, y religión como base cultural.

    El multiculturalismo no es el viejo concepto de cultura multiplicada por el número de grupos, sino una cultura nueva internamente plural.

    Capítulo uno: tengo un sueño. ¿Para quién?.

    Martin Luther King luchaba por la igualdad de derechos civiles de los ciudadanos. Luego se pasó a decir que la discriminación era una cuestión de raza y se luchó por los derechos de las etnias (por ejemplo el Black Power), y finalmente por los derechos religiosos (por ejemplo Malcolm X). Hoy en día todas estas luchas se dan en forma de discriminación positiva. Se puede luchar contra la discriminación en todos los campos porque en todos la hay.



 Esas tres tendencias de lucha contra las discriminaciones no son períodos distintos, sino que se superponen. Cada una tiene intereses distintos. Para conseguirlas todas habría que buscar una razón común: los derechos humanos. Pero este concepto de derechos humanos es ideología, ya que dependen culturalmente.

    Capitulo dos: del sueño al propósito: el triángulo multicultural.

    El primer vértice del triángulo es el estado nación occidental moderno. Este es una filosofía de dos amalgamas irreconciliables: por un lado el racionalismo, que supone la búsqueda de un propósito y una eficacia; y por otro lado el romanticismo, que supone la búsqueda de un sentimiento como base de toda acción. El primero crece a raíz de las necesidades económicas y geopolíticas, mientras que el segundo ofrece una visión romántica de la etnia como base para la creación del Estado. En la línea romántica Herder sostenía que la expresión final de una cultura es la creación de un Estado.



    El segundo vértice es la etnicidad, o lo que es lo mismo, la identidad cultural. Pero la etnicidad no es una identidad dada por naturaleza, sino una identificación que se crea a través de la acción social.

    El tercer vértice es la religión. Cualquier teoría sobre el multiculturalismo debe cuidarse de asumir erróneamente que la religión y el resto de los hechos sociales son cosas distintas. Como la religión suena tan absoluta, en situaciones difíciles el conflicto social que se desprende de los límites étnicos, nacionales o migratorios se ha transformado en límites religiosos.



    Y en el centro del triángulo, lo que está en juego en todos los debates sobre la creación de una nación, está la idea de cultura.

   Hay dos conceptos de cultura distintos:

- El esencialista. Es el más extendido. Parte de Herder y luego lo perfecciona Frank Boas. Desde su punto de vista la cultura es una herencia colectiva, un catálogo de ideas y ejercicios que configuran la vida y los pensamientos individuales y colectivos de todos los miembros. Esto implica concebir la cultura como una fotocopiadora gigante que continuamente produce copias idénticas. El problema de esta visión es que, cuando los contextos cambian, la cultura cambia. Entonces ya hablaríamos de una nueva cultura, lo que implicaría aplicar las viejas tradiciones hechas para un contexto viejo a un contexto actual.

- El procesual: la cultura cambia continuamente.


Capítulo tres: el estado nación primera parte: ¿postétnico o pseudotribal?

   La palabra Estado nos remite a una realidad fría y distante, a una administración organizativa y política. Por el contrario, la palabra nación suena alentadora y calurosamente emocional. Según el autor, la nación viene a ser una súperetnia.

   Ningún estado nación es étnicamente neutral y un estado multicultural parece una contradicción.

   ¿Cómo es que los estados occidentales tienden hacia el multiculturalismo?.

A) el bienestar. La pobreza incrementaría las tensiones con las etnias.

B) Mística, moral, de que el Estado está ahí para ayudar...

   Hay dos razones para justificar el Estado:

a) Europa, que viene del romanticismo nacionalista, funda sus estados actuales en el racionalismo, que redistribuye los bienes y se cuida de sus ciudadanos.

B) Muy al contrario, Estados Unidos basa su justificación de Estado en el nacionalismo.




Capitulo cuatro: estado nación segunda parte: ¿negocio o templo?.

    Las élites estatales dicen: paga los impuestos, obedece nuestras leyes, y recibirás el mejor trato posible en todas partes. Cuando este lenguaje no lo consigue, necesitan algo más noble. ¿Y qué hay más noble que una fe una todos los ciudadanos? Puede ser una cuasi religión o una religión civil. El nacionalismo se puede vestir con el manto de la religión hasta en los estados más modernos. Se sitúa a la Iglesia y la religión en la esfera de la vida privada, pero el vacío de retórica mística y de ritual se rellenan por una cuasi religión creada por el Estado. Cada estado es una superetnia supremamente moral, y el estado nación depende de una red de valores, lugares y épocas simbólicas que no son más que una especie de religión.

    Las culturas y religiones civiles difieren de estado a estado.

    La religión funciona como el nacionalismo. Cada proyecto de estado nación debe crear una comunidad de individuos y necesita moldearlos y ofrecerles un sentimiento de posesión de una identidad moral dentro de esa nueva comunidad. Para ello se necesitan una serie de valores compartidos que el pueblo debe considerar como suyos. Al final, la identidad moral y la comunidad moral del Estado nación se confunden.


    Capítulo cinco: la etnia: ¿sangre o vino?.

¿Qué es una etnia? Las diferencias no son objetivables. Hay individuos mixtos. Las percepciones de las etnias cambian de cultura a cultura. En ciertas partes del mundo es posible cambiar de etnia, etcétera.

    La raza tampoco vale como argumento, porque eso sería decir que podemos predecir de antemano nuestro comportamiento atendiendo al aspecto.

   También, si combatimos la discriminación desde una plataforma étnica, estamos aceptando que las diferencias étnicas son absolutas.

Es importante el concepto de reificación: comprensión de los productos de la actividad humana como si fueran algo más que productos humanos, tales como hechos de la naturaleza.

    La etnicidad es el producto de las acciones y señas de identidad de un pueblo, no el producto del trabajo de la naturaleza por sí misma. No es sangre (natural), sino que es vino (parte de una cosa natural y la reifica el hombre). La naturaleza no produce vino.

    La identificación entre etnia, nación y estado es etnopolítica.

"La etnicidad y la etnopolítica utilizan una retórica que trajo diferencias culturales tomando como base diferencias biológicas. Tratan de purificar y canonizar las esencias culturales que han reificado y los que las promocionan demuestran poca intención de promocionar su política de unidad nacional (…) La unidad etnopolítica (los bretones y Quebec) no es más natural y biológica ni más elegante frente a la disidencia que la unidad nacional (Francia, Canadá)".



    La etnicidad en sí misma no supone una garantía para gozar de derechos individuales, de igualdad social o incluso del derecho a la libertad de conciencia. Por ejemplo, en Chiapas son los propios indígenas los que sojuzgan a sus iguales desde los años 70..


     Capítulo seis: la religión: un equipaje o un sextante.

   Al igual que a la etnicidad, a la religión se le suele dar un carácter esencial, como si fuese lo único inmutable.

   Hablar de los musulmanes es una falacia, porque no son todos iguales y no piensan todos lo mismo.

    Qué es ser musulmán, como qué es ser católico, si hay millones de sectas que se critican y no se consideran musulmanes o católicos entre ellas. Hay muchísima variedad doctrinal.

   Igual que se reifica la etnicidad, se reedifica la religión. Hay tres pasos:

Primero: registrar las congregaciones. Seleccionar unas y dejar fuera a otras. Las consideramos representación de una comunidad cultural.

Segundo: congregacionalización. Una vez dado el paso anterior, el Estado ayuda activamente a formar congregaciones religiosas basadas en unos lazos nuevos y más estrechos por medio de la promesa de emancipación de esa secta.

Tercero: devolución funcional. El Estado hace que las congregaciones le solucionen problemas y aplaque a los discriminados religiosamente. Las administraciones locales les dan dinero a las congregaciones para bibliotecas, educación, servicios sociales, etcétera.

   La religión no es equipaje que te puedas llevar y que no cambie. Es un sextante porque varía, no es lo mismo ser musulmán en Londres que en Pakistán.




    Capítulo siete: la cultura: ¿se tiene, se crea, o ambas cosas?.

   A la hora de definir o crear un estado:

- la nacionalidad como cultura no es postétnica mi postreligiosa.
- la etnicidad como cultura se basa en una serie de compromisos culturalmente fermentados, no en puros genes.
- La religión como cultura no es una cuestión de libros sagrados, sino de orientaciones dependientes de un contexto.

    Cultura:

- esencialista: es algo que uno posee. Es un objeto final. Se cree que sus características se han configurado a través de largos procesos históricos y en la actualidad se piensa que influyen e incluso dan forma a los actos y a la manera de pensar de los miembros. El multiculturalismo no consiste en identidades culturales absolutas porque lo que hay son identidades cruzadas.
- Procesual.

    Para el autor la cultura es ambos discursos a la vez. Es la reconstrucción conservadora de una esencia reificada en un primer momento y una posterior nueva construcción exploratoria de una instancia procesual. Porque la gente siente que tiene una cultura diferente. Entonces la reedifica.



Capítulo ocho: la teoría multicultural primera parte: las rebajas pequeñas.

    Aquí quiere enunciar algunos presupuestos teóricos válidos y comunes a todas las teorías.

    Después de repasarlas, está de acuerdo con Turner: no se puede definir la cultura ni a través de la etnia, ni de la religión, ni de la nación. Esto implica cuestionarse, revisar y relativizar constantemente los conceptos y principios básicos comunes tanto a las culturas dominantes como a las minoritarias, con el fin de construir una cultura común más vital, abierta y democrática.


Capítulo nueve: la teoría multicultural segunda parte: los valores y lo válido.

    Aquí sigue a Taylor.

    No podemos enterrar nuestras cabezas en los valores tradicionales de nuestra cultura reificada, pero tampoco podemos reconocer indiscriminadamente que cualquier cultura es tan buena como la otra.

    Taylor descarta que alguna idea predominante de justicia o de valor actúe como juez imparcial.

   Luego habla de Quebec. Los nacionalistas que tienen una visión única y hermética de cada cultura imponen esa visión de cultura a todos los demás.

  Las identidades culturales no se desarrollan por sí mismas, sino que se postulan, imponen, y luego llenan de reglas normativas por medio de una serie de personas con un determinado interés.

   El concepto fundamental del texto de Taylor es reconocimiento. Aquí el autor matiza a Taylor: la sociedad multicultural no es un mosaico de cinco o 20 culturas fijas. Es una red elástica de identificaciones culturales entrecruzadas.

   La cultura es un proceso discusión y no un conjunto de reglas. El autor propone diálogo entre todas las identidades y que las diferencias atraviesen los reificados límites de las demás.


   Capítulo 10: la praxis multicultural: lo banal y lo óptimo.

   Lo importante es que no sean culturas identificadas unas frente a otras, sino una red entrecruzada. No el concepto de "otros", sino que "nosotros" todos somos multiculturales.

   Habla de convergencia, que son procesos separados de cambio cultural al que señalan todos en la misma dirección, pero que cada uno toma un camino distinto hacia el mismo punto en común, el de la convergencia. El punto en común no necesita definirse por mayoría hegemónica. Pone el ejemplo de Sothall, Inglaterra.


   Capítulo 11: resumen.

La pregunta es ¿cómo conseguir la igualdad?.

Hay tres concepciones de derechos:.

A) derechos humanos: difíciles de cumplir.

B) derechos civiles: normalmente se limitan a los ciudadanos.

C) derechos comunitarios: ¿qué tipo de comunidades se deben reconocer?.

Analiza los tres vértices del triángulo multicultural para ver si esto del multiculturalismo…

A) identidad Estado-nación: se declara postétnica y religiosa. Postétnica no porque hace uso de ideología tribal. Postreligiosa tampoco porque tiene religión civil.

B) identidad étnica (en la práctica etnopolítica): basa su autoridad en los lazos de sangre y lazos del idioma y la cultura como si fueran naturales. No es verdad, porque generalmente es algo planificado y dirigido.

C) identidad religiosa: proporciona verdades inmutables. Es falso, porque está enormemente influida por el contexto.

El término identidad por identificaciones. Identificaciones con algo que cambia. Recoge así el concepto de cultura procesual, no esencialista.

El multiculturalismo no debe reificar las identidades. Debe ser consciente de que son flexibles y permeables. Pero el concepto de cultura reificada existe, porque la gente lo siente y lo usa. El autor prefiere lo de cultura entrelazada, sin las fronteras. Y así que las personas elijan cuándo, dónde y con quién identificarse, y cuando elegir un proceso reificador.


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