jueves, 27 de marzo de 2014

David Milch: The Money

    David Milch: The Money.




    Nos anuncian una nueva serie de David Milch, The Money, con el actor irlandés Brendan Gleeson como estrella. Por lo que parece, la trama se centrará en una familia que domina los medios de comunicación y todas las corruptelas que rodean este mundillo. No dudo ni por un
Un educado Andy Sipowicz.
momento que la serie será absolutamente maravillosa, porque todo lo que toca este hombre es arte puro. No hablaré de su etapa de guionista en Canción Triste de Hill Street. Prefiero su secuela, ya como co-creador, NYPD Blue. Un flipe. El primer episodio, con el gran Denniz Franz como Andy Sipowicz, arrastrándose por el pozo, es, sencillamente, de lo mejor que he visto en mi vida. Ni siquiera la presencia de David Carusso, el lamentable Horatio de CSI Miami, consigue estropear una serie maravillosa. De Deadwood ya no queda más que decir. Es la mejor serie que he visto jamás. Y la fallida Luck y todo el rollo de las apuestas de caballos estaba cojonuda. 
Nick Nolte, observando a su caballo ganador en Luck.

      Todo esto está muy bien. Pero lo que de verdad me importa es si Milch será capaz de
Al Swearengen con una mirada que acojona
terminar su proyecto o no. El final de Deadwood, en pleno clímax del conflicto entre Al Swearengen y George Hearst -uno de los malos que da más miedo de la historia- es una cortada de rollo brutal. Esto no quita que mi amigo R revise la serie todos los años y encuentre nuevos matices y escenas y diálogos con los que flipar. La serie era maravillosa, pero no terminarla fue una decepción. Peor es el caso de Luck, que nos deja sólo una primera temporada de quitarse el sombrero, pero nada más. Ni siquiera el comienzo de una segunda, algo que nos indique de por dónde tirarían los personajes. 
     Los rumores acerca de Milch son de todo tipo y pelaje. Alcohólico, ególatra, putero, violento. Se comenta que durante el rodaje de Deadwood los actores recibían el guión el mismo día del rodaje, incluso que se negaba a escribir los diálogos y que se los dictaba de viva voz. Incluso que en plena borrachera se lió a tortas con el productor. Acerca del fallido proyecto de Luck también hay de todo. Problemas con las protectoras de animales porque se les murieron tres caballos, desavencias entre él y Michael Mann, y cosas por el estilo. Todo esto ha creado a su alrededor un aura de malditismo, de personaje romántico. Eso está muy bien para impresionar a adolescentes que quieren llevar una pose outsidder y, si me estiro, para escriban una novela sobre él o hagan una película. Pero para los señores de mediana edad como yo ya no llega. David Milch es un genio, pero tiene que terminar sus proyectos. Sólo NYPD Blue, quizá porque era su primera serie como creador y porque Steven Boscho estaba ahí también, ha llegado a buen puerto. Su carrera no puede limitarse a una colección de series que empiezan y no acaban. Vuelve a tener una oportunidad con The Money para legar a la historia un proyecto redondo. A ver qué pasa.
    Y a pesar de todo, aunque The Money se vuelva a quedar por la mitad, pienso verla, probablemente más de una vez.

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