domingo, 6 de abril de 2014

True Detective




     Es una de las series de moda.
        No tengo nada en contra de las modas, siempre que el producto sea de calidad.
        True detective es una serie más que correcta que tiene varias argumentos a su favor:
    1. La música es maravillosa. Para mí lo mejor de la serie son los títulos de crédito, que podría estar viendo una y otra vez.
     2. Técnicamente es impecable. Los planos, las texturas, todo está cuidado y filmado con naturalidad, sin estridencias que descuelguen al espectador.
       3. Aunque sea lo que está de moda ahora, ofrece una visión de la Lousiana profunda inquietante. Seres humanos bestializados viviendo en caravanas en medio del monte, pobreza, degradación, violencia... Y todo ello conviviendo con los lujos propios del imperio del capitalismo y, sobre todo, con el fanatismo religioso y prácticas de vudú que todavía sobreviven por aquella zona. 
       4. Matthew McConauhey demuestra que no era sólo un cuerpo espectacular. Hace un gran papel, encarnando al mismo tiempo al detective insomne y obseso que sigue el caso en la década de los noventa como a la piltrafa humana que es investigada quince años después.
      5. Maggie Hart, la esposa de Woody Harrelson, es un personaje más que interesante.
      6. La trama está bien llevada, sobre todo con ese doble juego entre el tiempo del crimen y los quince años después en los que los dos detectives negros reabren el caso.
      Y seguro que hay más razones que ahora no recuerdo. Por estas y por las que acabo de citar merece la pena perder las ocho horas que dura la primera temporada.

      Sin embargo, no me encuentro entre la legión de fans incondicionales de la serie porque me parece un poco pretenciosa. True Detective es la historia de siempre de detectives y nos coloca uno detrás de otro una sucesión de tópicos. Están bien puestos eso sí -ya he dicho que merece la pena verla-, pero no deja de ser lo de siempre. 
        Para empezar, el personaje de Rust -Matthew McConauhey- está más visto que el tebeo. En un mundo donde se ensalza el individualismo, lo raro se considera una virtud. Un detective rarito -o raro de cojones, como es el caso- es la tónica general en cualquier serie policiaca. Hasta el detestable Horatio de CSI era un tío raro. Y los dos personajes que abren el género policiaco, Sherlock Holmes y Dupin, también son personajes extraños. La preculiaridad del protagonista es un tópico imprescindible en cualquier narración de detectives. En True detective le dan una vuelta a esta rareza con el pasado de Rust como infiltrado en un cartel de la droga, pero no deja de ser exagerar un poco el tópico que ya estaba ahí.
            En segundo lugar, una vida familiar destrozada porque la horrorosa realidad del trabajo del policía irrumpe en su vida cotidiana y familiar al no saber mantener las fronteras es un topicazo como un castillo. Y siento decir que Martin Hart no es Andy Sipowickz. 
          Y en tercer lugar, la trama, con el crimen truculento e inquietante es más de lo mismo. En este sentido prefiero diez mil veces Forbrydelsen, con un crimen normalito, la desaparición de una niña, que no oculta bajo la espectacularidad del delito las personalidades de los personajes. 
      Hay quien ha criticado el final -tranquilos, no se lo voy a estropear al que no la haya visto-, pero a mí me parece que es de lo más coherente con todo lo que nos habían contado hasta el momento.
       En cualquier caso, merece la pena ver esta serie que se deja ver bien.
       Por si a alguien le interesa, os cuelgo un enlace para que escuchéis la canción que abre la serie: https://www.youtube.com/watch?v=p4zluA60hjs

6 comentarios:

  1. Estoy a un paso de acabar el capítulo 6 y eso ya quiere decir algo, que me he levantado antes de acabar ese capítulo para hacer otras cosas, situación que no ocurriría si la serie me presentase otras circunstancias.
    Más que los tópicos me molesta la pretenciosidad, esa idea de te voy a presentar una historia policíaca pero bien hecha, como el tío que hace piruetas para que los demás vean lo bueno que es, fíjate qué diálogos trascendentes mientras Rust y Marty conducen entre los pantanos, mira mis inspiración lovecraftiana, además también hay su dosis de drama familiar para ver que los que luchan contra los malos son héroes que sufren y pagan un precio (¿Realmente era necesaria la adolescente pseudogótica casquivana y la reacción del padre?)
    De todos modos hay escenas costumbristas más que interesantes pese a su tópico como el local al que acuden para tomar algo Rust, Marty y su mujer y una amiga de ella o el ambiente degradante y muy negro pese a esa iluminación blanca en la que da la impresión de que nunca acaba de brillar el sol que acompaña a toda la serie.
    Si no hubiera tanto ruido a su alrededor sería una serie estupenda. Cuando nos prometen una obra maestra, no podemos pensar más que es el mismo perro de siempre con un collar bastante apañado.

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    1. Tienes razón en eso de que si no hubiera tanto ruido a su alrededor hubiese cambiado mi percepción de ella. Yo esperaba algo realmente bueno y me he quedado con la sensación de que el momento de la grandes series -Deadwood, Six feet under, The Wire...- ha pasado. Pero si un día cualquiera, sin haber oído nada, hubiese puesto la tele y me hubiese encontrado con True Detective, estoy seguro de que la hubiese visto de cabo a rabo y se la hubiese recomendado a mis amigos porque me había sorprendido encontrar algo bien hecho y que al mismo tiempo fuese desconocido. El problema es que había generado demasiadas expectativas y me decepcionó un poco. Tal vez el problema no esté en la serie en sí, sino en el modo en que me enfrenté a ella. Y que con tanta gante hablando de la serie, uno no puede gozar del placer la intimidad.

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    2. "Fíjate qué diálogos trascendentes mientras Rust y Marty conducen entre los pantanos, mira mis inspiración lovecraftiana..." hahaha... eso resume bastante bien el lado menos atractivo de la serie.

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    3. Por mi parte no estaba al tanto del ruido que ha hecho la serie (cueva qué cueva?) así que supongo que he tenido la suerte de abordarla sin ningún tipo de prejuicios.

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  2. Guillermo Bost dice:Sí, son criticas justas, a mi también me saca ya media sonrisita el rollo éste "indie violento" a lo Killer Joe, aunque no puedo evitar que se me caiga la bava cada vez que veo la serie. Me encanta el toque ácido, sobre todo en el personaje de Rust, y sé que es un personaje muy reciclado pero me encanta esta versión, me parece logradísima.
    Otra cosa que me gusta de la serie es su atmosfera tan densa, y el ritmo al que van sucediendo las cosas. Estoy más que aburrido de series mega llamativas que después están vacias de contenido, que no saben en qué dirección ir y al final toman al espectador por tonto, tipo Walking Dead, Lost, Heroes, etc... aunque ya sabes que no es el estilo de la HBO.
    En cuanto al estilo éste que está de moda ahora, lo he llamado "indie violento" pero se puede detallar más la descripción. Es un estilo que mezcla un tipo de fotografía indie, un guión violento y unos dialogos ácidos, todo eso sobre un trasfondo que suele exponer uno de los lados más oscuros y peligrosos de la especie humana, el de la más profunda ignorancia, la ignorancia primitiva, con un contexto normalmente rural para añadir una capa a la sensación de soledad y de miedo, a esa sensación de que lo que vaya a ocurrir ahí quedará para siempre fuera del alcance de las leyes de la ética y la lógica. Eso crea una sensacion de mal estar en el espectador que resulta más bien fascinante para la mayoría de la gente. A mí me gusta, recuerdo que en su época "Fargo" me había marcado mucho, aunque es ahora cuando se está poniendo más de moda.

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  3. Me gusta eso de "todo eso sobre un trasfondo que suele exponer uno de los lados más oscuros y peligrosos de la especie humana, el de la más profunda ignorancia, la ignorancia primitiva, con un contexto normalmente rural para añadir una capa a la sensación de soledad y de miedo, a esa sensación de que lo que vaya a ocurrir ahí quedará para siempre fuera del alcance de las leyes de la ética y la lógica. Eso crea una sensacion de mal estar en el espectador"
    La verdad es que no lo había pensado y es interesante.
    De todos modos, cuando se repite demasiado lo mismo, acaba cansando. Y demasiadas series, películas y novelas que inciden en este aspecto.
    Y la cueva es al final de la serie, donde tiene lugar el clímax final con el asesino -no cuento más para no estropear la serie al que la quiera ver-.

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