sábado, 12 de abril de 2014

Jared Diamond: 
Colapso: por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen.



          Jared Diamond es al ensayo lo que Ken Follet a la literatura. 

     Desde que lo leí por primera vez, tuve la sensación de que este hombre buscaba convertirse en el best seller del ensayo. Esto puede hacerse de dos maneras: apelar al gusto popular por lo ostentoso  -El Código da Vinci Las sombras de Grey-, o disimular un poco y vender lo mismo con una pátina de venerabilidad cultural, es decir, que el lector se trague el mismo bodrio, pero que tenga la sensación de estar haciendo algo elevado, que sienta que está aprendiendo porque tiene entre las manos un libro serio. Este es el caso de la inmensa mayoría de las novelas históricas: la trama es igual de mierda que El Código da Vinci, pero el lector tiene la sensación de estar ante Arte con mayúsculas porque la trama está ambientada en épocas remotas y al mismo tiempo está convencido de que está aprendiendo historia. Todo falso, por supuesto, pero ya dedicaré otro post al best seller novelesco. Volviendo al tema de éste -el ensayo-, John Gray apela a lo primero -todavía no me puedo quitar de la cabeza sus memeces de los marcianos y las venusinas-, y Jared Diamond a lo segundo. 
   
     Hay que reconocerle a Diamond la habilidad para ponerle título a los libros. El ensayo con el que ganó el Pulitzer también tenía un título muy sugerente: Armas, gérmenes y acero. Y el ensayo que me leí hace tiempo sobre sexo también prometía:  Por qué es divertido el sexo: La evolución de la sexualidad humana. Pero no debemos dejarnos engañar. Estos títulos tan rimbombantes son un ejercicio de publicidad. Como la supuesta calidad literaria de Los Pilares de la Tierra. Yo ya había leído dos libros de Diamond y sabía de qué pie cojeaba. En Por qué es divertido el sexo había tratado de seguir la estela de Desmond Morris y El mono desnudo, a ver si encontraba un nicho comercial en la sociobiología. Tuvo algo de suerte, pero no tanta como Richard Dawkins y su gen egoísta. En Armas, gérmenes y acero recurre a una suerte de ecología cultural un poco matizada al estilo Marvin Harris, el antropólogo que más ha hecho por hacer llegar la antropología al gran público. Aquí sí que tuvo más suerte y ganó el premio Pulitzer. Y como esto tuvo éxito, siguió por esta línea. Yo ya me imaginaba algo así, pero ya he dicho que Diamond es un maestro en el arte de engañar al posible lector con el título. ¿Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen?, leí. Joder, pensé, la pregunta es interesante. Y piqué. Me leí el libro. 
         
       La teoría de Diamond es que las sociedades se colapsan cuando se rompe el equilibrio con el medio ambiente y se les agotan los recursos. Fin de la historia. No es broma. Escribió un ensayo de 768 páginas con esa obviedad. No queda comida y te mueres. Esa es toda su teoría. Y, por si no fuese suficiente, ya en el prólogo te avisa de que hay sociedades que se colapsaron por otras razones, por ejemplo, la U.R.S.S. Y te dice que en realidad su ensayo debería haberse llamado Por qué algunas sociedades se colapsan cuando se rompe el equilibrio con el medio ambiente. Pero claro, este título no molaba tanto y no engañaría a pringados como yo.

           A continuación pasa a analizar unas cuantas sociedades, todas muy bien escogidas para captar la atención del público de imaginación fácil: la Isla de Pascua, los anasazi, los maya, los vikingos, el Japón de la época Tokugawa... -sólo faltan los templarios para tener una serie de documentales de Canal Historia- y Montana porque veranea ahí.

              Y cierra el libro alertándonos de los peligros del cambio climático.
        
              La culpa es mía por no haberlo dejado en la página veinte.


Jared Diamond haciendo turismo cultural.

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