Reseña de la editorial:
Cinco amigas pasan el verano de campamento desafiando a yetis hipsters, lobos de tres ojos y halcones gigantes mientras resuelven misterios. Son chicas duras y no están dispuestas a que seres sobrenaturales de cualquier tipo les arruinen la fiesta. Jo, April, Mal, Molly y Ripley son las Leñadoras, exploradoras guerreras, divertidas y un poco cínicas. Olvídate de las aburridas acampadas de tu instituto y date una vuelta con las chicas más cañeras del campamento más hardcore del mundo del cómic, donde nada es lo que parece y todo puede ocurrir. Sus capacidades detectivescas son archiconocidas! Sigue a las Leñadoras en estas aventuras épicas sin descanso.
Debo vivir en un universo paralelo. El mundo entero del cómic flipa con esta obra. No solo es que prácticamente todas las críticas sean para alabarla hasta la extenuación, sino que además ganó los Premios Eisner en las categorías de Mejor Nueva Serie y Mejor Serie Adolescente. A mí me parece una mierda antológica.
Razones por las cuales me parece una mierda:
a) No es un cómic adolescente, como se dice por ahí. No dudo de que las autoras lo escribiesen pensando en ese público, pero desde luego desconocen cómo piensan los chicos de esa edad. Prueba de ello, es que el 100% de los alumnos entre doce y quince años a los que les pasé este cómic me dijeron que era una auténtica basura. Como me dijo el bibliotecario de mi pueblo, a los adolescentes les gustan cosas más canallas. Leñadoras intenta ser gamberra, pero no pasa de ñoñería disfrazada de rebeldía. Como mucho, su público es infantil, y ni aún así. Decir de esto que es "cañero"y "hardcore" tiene cojones.
b) La trama es un disparate. Cuando les enseño narrativa a mis alumnos y les mando escribir, les digo siempre que la verosimilitud es una condición imprescindible para cualquier relato. No es una idea original mía. Es de Aristóteles. Aristóteles por verosimilitud no entendía que reprodujese las leyes de la realidad. Eso es realismo. Verosimilitud quiere decir que, una vez establecido el funcionamiento del mundo creado por el autor, las leyes de este mundo deben respetarse. Es un pacto entre escritor y lector. No pasa nada porque en El señor de los anillos aparezcan elfos, porque así lo estableció Tolkien cuando hizo su pacto con el lector. Pero, si en medio de una historia que reproduce la realidad, de repente alguien se pone a volar sin que haya ninguna explicación previa, eso es un disparate y el lector desconecta. Leñadoras hace eso continuamente. De repente, una niña, de cuya fuerza sobrehumana nadie nos había hablado, le gana un pulso a una estatua mágica. Y así continuamente. La solución de cada peripecia es absurda.
c) La moralina del cómic huele a leguas. Lejos de mí cualquier machismo. El feminismo está bien. Lo que está mal es que se note tanto la leccioncita moral en cada pasaje. Esto es un cómic, no una homilía.
d) Además, es de un feminismo tan burdo y mal entendido que cualquier mujer debería sentirse avergonzada. Aquí todos los hombres son unos burros y, lo que es peor, se presenta un mundo con hombres y mujeres separados y enfrentados. Lamentable.
Y no escribo más, porque esta basura no se lo merece.
Nota: 1 sobre 10
Yo la he visto alabada en las redes sobre todo por millennials, que así en general suelen ser muy buenrolleros, concienciados y receptivos a lo cuqui.
ResponderEliminar