jueves, 31 de agosto de 2023

CUERPOS BELLOS (2ªPARTE)



     Estaba haciendo de vigía en los exámenes de selectividad. Es algo que suelo hacer casi todos los años. Te apuntas a una lista y luego te llaman para que vayas a vigilar a los alumnos que hacen esos exámenes. Son tres días bastante cansados, pero te pagan y siempre viene bien algo de dinerillo antes de las vacaciones de verano. Como dije, estaba vigilando a los alumnos de no sé qué instituto de Vigo. Mientras vigilas, no hay mucho que hacer. Ni puedes leeer, ni puedes hablar con los examinandos. Además, también te dicen que observes, pero que no seas intimidatorio, con lo que tampoco puedes mirar mucho a los chicos. Así las cosas, hay mucho tiempo para pensar. Ya era el último día. Llegó la profesora que hacía de enlace con los exámenes de filosofía. Los repartí y me senté en la mesa del profesor. Dado que no podía mirar mucho a los chicos y tampoco podía leer, cogí el examen y le eché un ojo. No parecía muy difícil. Preguntaban algo de Kant y, curiosamente, la dualidad cuerpo/alma en Descartes. No hacía mucho que le había estado dando vueltas a la cabeza a la razón del modelo de cuerpo que buscaban los usuarios de Qpro Gym. 

    - Esto era inconcebible antes de Descartes –pensé; y me puse a tomar algunas notas para matar el aburrimiento.



    Me llama muchísimo la atención que los usuarios de QproGym aprendan y realicen técnicas corporales para ser guapos. Esto implica un acto volitivo, una voluntad y una creencia en que la belleza se puede conseguir. No es algo heredado, que se tiene o no se tiene, sino que se puede conseguir. 

    Le Breton sostiene la idea de que nuestra concepción del cuerpo es el resultado del individualismo que domina nuestra sociedad. En otras culturas y en otras épocas el cuerpo era la esencia del ser humano y estaba fusionado o formaba parte de la naturaleza como un todo. Por el contrario, nosotros percibimos nuestro cuerpo como un objeto ajeno a nuestra existencia, que sería nuestra alma o nuestra mente, y que funciona a modo de frontera o límite frente a la naturaleza que nos rodea (1).

    Le Breton señala varios hitos en el camino hacia el individualismo que provoca esta concepción dual del alma y del cuerpo:

1) Maquiavelo y el interés individual antes que nada, aunque sea en detrimento de la sociedad.

2) la figura del artista moderno que, a diferencia de las concepciones clásicas, es un individuo, una persona distinta e identificable con respecto al resto de la sociedad.

3) hasta el siglo XV se observa una tendencia a no retratar a las personas salvo que hubiese una intención religiosa. A partir del siglo XV asistimos al auge del retrato individual.

4) el comerciante es el prototipo del individualismo moderno. Es el hombre cuyas aspiraciones van más allá de los marcos establecidos, cosmopolita, que convierte el interés personal en el móvil de las acciones, aún en detrimento del bien general.

5) el surgimiento del pensamiento mecanicista/racionalista en el siglo XVII con Galileo y otros filósofos, científicos, etcétera. El pensamiento se vuelve frío, racional, y pone al hombre en relación de superioridad con respecto a la naturaleza, a la que hay que dominar por medio de la fría razón. El conocimiento debe ser útil, racional, desprovisto de sentimiento y tiene que producir eficacia social.

6) Lo mismo sucede con el racionalismo cartesiano. Sólo se puede entender el mundo por medio de las matemáticas. Descartes se define como: "yo soy un ser que piensa", de modo que deja al cuerpo al margen de la esencia humana.

    Y así llegamos hasta la actual época del saber biomédico, en la que entendemos el cuerpo como un elemento extraño sobre el que podemos actuar desde fuera.

    A partir de los años 60 hay un cambio que revaloriza el cuerpo: jogging, deporte, culturismo, etcétera. Pero sigue habiendo dualismo cuerpo/alma. En los dos platillos de la balanza están el cuerpo despreciado y destituido por la tecnociencia y el cuerpo mimado de la sociedad de consumo. El cuerpo ahora es un objeto que se moldea al gusto. El imaginario contemporáneo subordina el cuerpo a la voluntad. Ahora el cuerpo es un alter ego, un objeto que hay que conquistar, una máquina que se debe trabajar. Es el objeto de todos los cuidados, atenciones e inversiones. Hay que mantener el capital salud. Hay que luchar contra el tiempo que deja huellas en el cuerpo. Hay que domesticar al cuerpo reticente para convertirlo en un compañero de ruta agradable. El narcisismo de hoy en día ya no es abandonarse a la holgazanería, sino trabajo y esfuerzo para el cuerpo. El paradigma de la maquina del cuerpo está cristalizado en Rambo, Schwazenager, Charles Bronson, etcétera, que son máquinas de guerra, mezcla de músculo y acero.

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