Mary Douglas, en Pureza y Peligro, sostiene que la persecución y la represión salvaje no son los únicos mecanismos que tienen las sociedades para defenderse de los fenómenos que consideran peligrosos. Me cito a mí mismo y a Mary Douglas:
(...) Y, en último lugar, por medio del mito y del rito, podemos sublimar esas anomalías y reintroducirlas en el sistema de representaciones colectivas culturales. Nos enfrentamos a la anomalía desde el orden social, la reconocemos y, de este modo, la reinsertamos en los sistemas culturales:
“podemos emplear símbolos ambiguos en la poesía y en la mitología con el objeto de enriquecer el significado o de llamar la atención sobre otros niveles de existencia [...]. El rito, por usar los símbolos de la anomalía, puede incorporar el mal y la muerte junto con la vida y la bondad dentro de una configuración única y grandiosa [...]. Si la impureza es la materia fuera de sitio, debemos acercarnos a ella a través del orden” (Mary Douglas, Pureza y Peligro).
Un medio para reinsertar y reubicar los fenómenos peligroso dentro del sistema de clasificaciones normativo de una sociedad son los ritos paso.
De forma general, las características de los ritos de paso que afectan a los individuos son:
1- Existe una carencia, algo que no encaja. Puede ser, por ejemplo, un persona que ha alcanzado cierta edad biológica, pero que sigue atrapado en el rol de niño. El tiempo ha pasado, ha crecido y debe desempeñar un nuevo rol. Ya no puede realizarse plenamente en la vida que llevaba antes. Sin embargo, todavía no ha dado ningún paso para dejar atrás esta vida. La carencia es la necesidad de cambio. Se espera de la persona que viva de acuerdo a lo que la sociedad espera de él. El tiempo pasa, las vidas cambian y las sociedades tienen diferentes roles para los diferentes estadios y situaciones. El individuo no puede vivir al margen de los diferentes roles que las sociedades le imponen a lo largo de su vida.
2- Como el individuo no encaja, se le considera peligroso. Por eso, durante los ritos de paso, a los iniciandos se les aísla, se les separa de la comunidad.
3- En los ritos de paso suele haber maestros que transmiten a los iniciandos los conocimientos que les serán necesarios en su nueva vida.
Rito de paso hammer. |
4- Hay una serie de pruebas. Se dan pasos físicos y simbólicos que aseguren la superación del estatus anterior. La preparación suele ser fundamental de los ritos de paso. Entre los Maasai y los Samburu se practica una suerte de rito de paso que consiste en la circuncisión genital, también llamado Emorata. Este acontecimiento es uno de los más importantes en la vida de los Maasai y los Samburu, ya que convierte a los niños en adultos. La preparación para la ceremonia comienza dos meses antes adquiriendo los artículos indispensables para ella, como son las plumas de avestruz para usar a modo de corona con fines decorativos, miel para elaborar una cerveza que todos beberán el día de la ceremonia, cera para aplicar sobre la punta de las flechas para evitar un posible daño a las niñas, y un toro especial para ese día.
Masai |
5- Tiene lugar una gran prueba final, que simboliza la entrada definitiva en el nuevo estatus. Es el momento de la ceremonia ritual. Entre los los Maasai y los Samburu, el ritual masculino empieza la víspera de la ceremonia. Las madres afeitan las cabezas de sus hijos y los visten con ropas nuevas. Los iniciados se lavan el cuerpo y se calzan con sandalias de cuero. A continuación, salen de casa, en dirección a un árbol pequeño llamado alatim, que plantarán junto a su casa el día del ritual como símbolo de su nuevo estatus. Tras esto, el iniciando va en busca del circuncisor, al que normalmente se paga con una cabra. El día de la ceremonia el iniciando se levanta a primera hora de la mañana para celebrar los ritos de purificación. Con esta limpieza, se simboliza dejar atrás la juventud –”se lavan la juventud”, para renacer como un adulto limpio-. El agua con la que se lavan se guarda junto con un hacha para limpiar todos los pecados cometidos hasta el momento. A continuación, se les circuncida. Se considera que una vez superado el ritual se ha pasado del estatus de niño al de adulto. Los ya iniciados toman una bebida a base de sangre de ternera y leche agria y pasan un tiempo aislados para poder recuperarse de la circuncisión. Durante este tiempo, se dejan crecer el pelo y se dedican a cazar pájaros para utilizar sus plumas como decoración.
6- El iniciando ha sido transformado por las pruebas de modo que la carencia inicial ha sido solventada. Entonces regresa a la aldea de la que partió para vivir más plenamente. Cuando vuelven a casa, los recién convertidos en adultos massai se afeitan la cabeza y se pintan el cuerpo como símbolo de guerreros jóvenes.
Estos ritos de paso han dado lugar a infinitud de narraciones religiosas y literarias, desde Jesucristo a Star Wars. Si os interesa esta relación pinchad aquí.
Final del Retorno del Jedi, cuando Luke Skywalker ha terminado su rito de paso. |
Los paralelismos entre la rehabilitación de un drogadicto y un rito de paso son asombrosos:
En primer lugar, el drogadicto es un peligroso, cuya marginalidad amenaza nuestros sistema de valores. Hay, por tanto, una carencia. De ahí que, como sostendría Mary Douglas, deba ser objeto de un rito de paso. De hecho, nos referimos a este proceso como reinserción o rehabilitación.
En segundo lugar, a los drogadictos en su proceso de reinserción se les aísla. Como todo fenómeno liminal, es peligroso y debe ser separado de la comunidad. Los drogadictos van a centros del estilo de Reto, que tienen unas casas separadas. Este aislamiento llega hasta el punto de que los contactos del drogadicto/iniciando con el exterior está rigurosamente limitados por los responsables del centro.
En tercer lugar, en estos centros hay una suerte de sacerdote iniciador, que suele ser un antiguo drogadicto rehabilitado que conoce perfectamente el camino de la desintoxicación o, lo que es lo mismo, el rito de paso.
En cuarto lugar, el drogadicto/iniciando tiene que superar una serie de pruebas. Entre los masai estas eran las pruebas de purificación con la circuncisión y todo eso. Por su parte, los drogadictos tienen que pasar una prueba inicial, que suele ser superar el síndrome de abstinencia. A continuación tienen que demostrar que están preparados para volver a la vida normal, así que tienen que trabajar para el centro en mudanzas, restaurando muebles y actividades por el estilo.
Por supuesto, durante todo este proceso son ayudados y supervisados por el mentor.
Finalmente, cuando demuestran que son dignos del nuevo rol de persona libre de drogas, vuelven a la sociedad. Han sido debidamente reinsertados. El fenómeno peligroso ha sido debidamente reconducido dentro de un rol socialmente aceptado.
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