Neotenia
Todo esto de la identidad cultural y la cultura en general es posible gracias a la neotenia:
Los
estudios tradicionales de hominización creían que a lo largo de los
milenios de evolución de la especie humana se produjo un cambio
genético que, a partir de entonces, permitió a los seres humanos la
adquisición de cultura. Se pensaba que la especie humana había
cruzado una especie de “Rubicón” mental al adquirir un tamaño
de cerebro lo suficientemente grande como para poder adquirir y
transmitir el conocimiento. Sin embargo, tal mutación genética no
tuvo lugar -al menos no de manera tan drástica-. Esta mutación
tardó varios millones de años en los que genética y cultura fueron
avanzando de la mano, en un proceso de retroalimentación. Como no
era suficiente en la Era Glacial la información genética con la que
los seres humanos venían al mundo con su nacimiento, nos vimos en la
necesidad de utilizar fuentes culturales, acumulando gran cantidad de
signos significativos para adquirir y transmitir el conocimiento. A
medida que la cultura iba avanzando, y con ella las ventajas sobre la
Naturaleza, tuvo lugar una progresiva selección genética entre los
que eran capaces de adaptarse a la nueva cultura. Para poder adquirir
esa cultura, además del aumento del tamaño del cerebro, fue
necesario que el ser humano naciese “incompleto” o “inconcluso”.
A diferencia del resto de los animales, al ser humano no le basta con
la información genética que posee su cerebro en el momento de
nacer, sino que debe completarla a lo largo de varios años en el
seno del grupo en que crece. Un perro, en cuanto nace, ya sabe casi todo lo que tiene que saber para vivir como perro. Sabe olisquear, levantar la pata, mover el rabo y prácticamente todo lo que haga un perro. Lo mismo sucede con el mono, con la serpiente o la cucaracha. Pero el ser humano no. El cerebro de un ser humano recién
nacido apenas si pesa un treinta por ciento de lo que será el peso
total de ese mismo cerebro cuando sea adulto. Esto provoca que los
seres humanos, durante los primeros años de su vida, dependan de sus
progenitores. Durante este periodo de neotenia, el cerebro sigue
desarrollándose, pero esta vez en el seno de una cultura. Es decir,
que los seres humanos nos “completamos” en las culturas, y no hay
desarrollo del cerebro humano sin educación cultural. La neotenia es
un proceso que se caracteriza por la conservación del estadio
juvenil en el organismo adulto debido a un retraso pronunciado del
ritmo de desarrollo corporal en comparación con el desarrollo de las
células germinales y órganos reproductores que se lleva a cabo
normalmente. En otras palabras: que cuando nacemos no sabemos nada, nacemos con el cerebro vacío y por eso dependemos tanto de nuestros padres. Esto, que a primera vista podría parecer una desventaja adaptativa, es justo lo contrario, ya que nos permite llenar el cerebro con muchísima información que, en ningún caso, podría estar grabada de antemano en nuestro ADN.
En términos evolutivos humanos, la adopción de una
postura erecta supuso acortar el periodo de gestación a unos nueve
meses aproximadamente. Esto implica que, en el momento del parto, el
ser humano nace incompleto, por lo que nuestro período de
dependencia de los progenitores crece exponencialmente en comparación
con otros mamíferos. Durante ese periodo, ese cerebro vacío e
incompleto va llenándose con cultura. Ciertos antropólogos han
explicado esta dinámica por medio de la metáfora de una
computadora. En el momento del parto, el cerebro humano es como un
hardware, lleno de posibilidades, pero sin ningún instrumento que le
permita llevar a cabo acciones concretas. Esta tarea está reservada
para el software que, en términos humanos, sería la cultura.
más que el software, que sería un código de conducta que hiciera funcionar el hardware, yo veo la Cultura más como el conjunto de inter-relaciones que se producen bajo las pautas socialmente aceptadas por todos (habitus de Bourdieu). Si solo nos quedamos en el programa "software", nos olivdamos de la acción relacional, que siempre es procesual. Y esos códigos de conducta y las inter-relaciones producidas en acción social e in-corporadas (embodiment) más como experiencia que como acciones materiales en y desde el cuerpo (individual y social), producen "materiales, objetos culturales", como por ejemplo, un tornillo o un cuadro de Picasso... o una forma de besar a un recién conocido (habitus, cultura) Pero si solo nos quedamos con el código "software", no hay cultura: es la "acción social", la inter-relación la que la produce..
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