Parece
que las iniciativas populares que triunfaron en las pasadas
elecciones municipales van a presentarse a las generales en una
candidatura propia al margen de Podemos. No puedo dar la versión de
las Mareas ni de Podemos, porque, aunque conozco a algunas personas
que están ahí dentro, todo son versiones de versiones, información
de tercera. Este post es sólo la expresión de mi estupefacción y
una petición de consenso.
Sé
que hay argumentos suficientes en ambos bandos.
En
primer lugar, el viraje de Podemos hacia el centro es una traición a
su origen. Puede que sea cierto ese tópico de que las elecciones se
ganan en el centro, pero hay veces que uno ya no sabe de qué va
Podemos. Un partido tiene que tener identidad y la de Podemos es de
izquierdas.
En
segundo lugar, últimamente Pablo Iglesias parece una estrella del
rock. Cuando lo veo aparecer con su séquito de veinte personas no sé
si estoy viendo a Floyd Mayweather o a un político de base. Sus
apariciones públicas responden exactamente a la política del
espectáculo, eso que tantas veces denunció. -si os interesa esto
pinchad aquí-.
El
mesianismo de Iglesias lo ha llevado a hacer unas primarias a su
medida. Ya no es sólo Echenique el descontento. He oído que
ochocientos cargos de Podemos están en desacuerdo con el modo en que
se llevaron a cabo las primarias. Da la impresión de que, en cuanto
tuvo que jugar en la política real, se ha olvidado del
asamblearismo, hacer política desde los Círculos y todo eso. No sé
si Tania Sánchez es un señora muy válida, pero era de Izquierda
Unida, dijo en repetidas ocasiones que nunca se iría a Podemos y
resulta que ahora la colocan en la lista por delante de otros
militantes históricos.
El
mesianismo también ha vuelto un poco prepotente a Pablo Iglesias. La
reunión con Garzón es un ejemplo. Decirle que si quiere una
iniciativa popular, abandone Izquierda Unida y se pase a Podemos es
una sobrada de cuidado. Sólo con que Garzón tuviese un poco de
dignidad -que la tiene y mucha-, tenía que decirle que no. Cuando el
barco se hunde, las ratas huyen y el capitán muere con él.
Y
en último lugar, ahora que Iglesias se ha visto Presidente del
Estado, no está dispuesto a ceder ese honor a nadie. Lo quiere todo
para él.
Hasta
aquí los argumentos de las iniciativas populares. Pero ellos también
tienen algunos pecadillos en el haber.
Mientras
Pablo Iglesias estaba en la cresta de la ola, nadie el tosía. Se le
reconocía el liderazgo en la nueva izquierda y todos querían
sacarse la foto con él. Pero, ahora que las iniciativas populares
han obtenido un éxito muy mediático y algunos de sus líderes se
ven con fuerza suficiente, le disputan a Iglesias ese liderazgo. Los
lobeznos que se han hecho adultos se rebelan contra el macho alfa por
el mando de la manada.
En
su momento las iniciativas no le hicieron ningún asco a Podemos.
Cuando la estrella emergente de Iglesias iba a apoyarles, estaban
encantados. En Coruña la cola iba desde el Palexco al Obelisco
-bastante más de cien metros-. Era como si viniese el Papa. Había
hasta señoras que se peleaban por tocarlo. Todos esos iban a ver a
Pablo Igesias y no a Xulio Ferreiro, el candidato a la alcaldía por
la Marea Atántica, que dudo mucho que supiesen siquiera quién era.
Si las Mareas se conocen, es en gran parte por Podemos y mucha gente
las votó fue porque creían que eran Podemos.
Otro
argumento de las Mareas para no apoyar a Podemos es que en ellas
están muchos partidos. En Coruña, en concreto, también están
Anova y EU. Apoyar sólo a Podemos sería feo. Apelan a la pureza
política y expresado así parece un argumento bastante sólido. Sin
embargo, me gustaría recordar que Anova y EU son partidos políticos
de siempre, esos contra los que se supone que reaccionan las Mareas.
En Galicia Anova y EU son dos partidos irrelevantes. Si habían
conseguido algo coaligándose en AGE, fue porque no existía otro
partido que canalizase el descontento. Pero ahora lo hay. La jugada
de las Mareas les ha permitido mantenerse en el candelero y me
gustaría saber si en la negativa a apoyar a Podemos lo que los mueve
es la pureza política o los viejos intereses de casta -en esto
excluyo a muchos de los ciudadanos que colaboran con las Mareas y que
nunca habían participado en política-.
Y
por último, se trata de oportunidad política. El partido que parece
que tiene una posibilidad real de gobernar es Podemos. Lo lógico es
apoyarlos. Si sirvieron para formar parte de las iniciativas
populares a los ayuntamientos, supongo que también les valdrán para
gobernar el Estado.
Dicho
esto, ya pueden olvidarse de egos y presentar algo juntos. La
división parece una estrategia diseñada por los dos partidos
tradicionales. El PSOE se ve beneficiado porque ante el lío en la
izquierda muchos votantes se van a ir a ellos; y el PP ganará las
elecciones porque la ley d´Hont va a quitar un montón de escaños a
la izquierda al ir divididos.
Por
eso pido un poco de grandeza política y que piensen en esos
ciudadanos a los que quieren representar y un poco menos en los
sillones que quieren ocupar. Porque yo quiero votarles.
La Marea es una mezcolanza de losers nacionalistas y pobres diablos bienintencionados que se pusieron el disfraz podemita para ganar las elecciones municipales. Con lo listo que parece (por incomparecencia de los contrarios, casi siempre) Pablo Iglesias, me deja un poco perplejo que las Mareas se la hayan metido doblada de esta manera. Una vez ganadas las municipales, obviamente, la Marea aparta a Podemos, que apestan, y los regidores de Coruña, Ferrol y Santiago hablan de "unha marea conxunta" para las generales para que "Galiza pinte algo en Madrid" (de qué me sonará esto). Por supuesto, claman que aquí empezó todo con Nunca Máis y Anova y a lo mejor, hasta tienen algo de razón. PI también lo dice. (?)
ResponderEliminarCada vez más, los que se creen el relato de Podemos y sus sucedáneos se me van pareciendo más a los creacionistas.