domingo, 1 de febrero de 2015

Jacques Tardi y Vautrin: El grito del pueblo.



     Este cómic es una adaptación de la novela de Vautrin. El resultado es más que bueno por muchas razones.
      En primer lugar, el argumento es buenísimo. Un thriller ambientado en la Comuna de París, con muchísima intriga y giros insospechados de guión que sorprenden continuamente al lector.
       En segundo lugar, tiene una colección de personajes interesantísimos. Por momentos, entre la trama y esos personajes curiosos, me daba la impresión de estar ante una novela de Alejandro Dumas. 
        En tercer lugar, este thriller no renuncia al dramatismo. No quiero hacer un spoiler, pero las trágicas historias de muchos de los desheredados que pueblan el submundo creado por Vautrin son conmovedoras. No me resisto a llamaros la atención sobre ella, la prostituta enamorada obligada a satisfacer los instintos más bajos de hombres embrutecidos. Y la pérdida de la virginidad de ese joven que, antes de ir a la muerte en una trinchera contra los soldados de Thiers, acude a pasar una noche con esta mujer como el último regalo de un hombre que ya está muerto.
        Estas tragedias personales me llevan a la cuarta razón por la que este es un cómic de tronío: el compromiso político. Tardi no elude temas polémicos ni mojarse. El grito del pueblo es la voz de los desheredados, de las víctimas de la historia. Pero no nos equivoquemos. No es un cómic panfletario. El mensaje político está muy bien argumentado.
        En quinto lugar, el rigor histórico del dibujo y de la historia es más que notable. Tanto, que por momentos uno tiene la sensación de haber entrado en la Revolución de la Comuna y estar viviendo la lucha de aquellos hombres. Aunque los dibujos tienen un toque muy personal, casi como si estuviesen hechos a desgana, si uno se fija están cuidados hasta el más mínimo detalle. 

Fijáos en lo bien recreada que está la batalla
       Y en sexto y último lugar, el dibujo es personal. Tardi tiene un estilo propio, una viñeta que se reconoce. Esto no es sinónimo de calidad. Puedes tener un estilo propio y que sea una mierda. Pero no es el caso. La viñeta es preciosa.

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