Hay muchas definiciones de romanticismo, muchas incompatibles entre sí. Esto podría hacernos pensar que realmente el Romanticismo no existió. Berlin no está de acuerdo. El Romanticismo sí existió. Y da una serie de características que definen lo que fue este movimiento que cambió el modo de ser de Occidente:
El Romanticismo es una reacción a la Ilustración. La Ilustración aspiraba a un orden racional y cósmico. Esto deriva en una epistemología que clasifica el mundo. El modo de conocimiento consiste en hallar las categorías que se correspondan con el mundo. Se presupone ese orden cósmico. Para conocerlo, hay que encontrar las categorías que lo reflejan y sus relaciones. Frente a esto, el Romanticismo reivindica lo individual. Al hacer las generalizaciones necesarias para realizar esas clasificaciones, se pasa por alto la individualidad de los fenómenos, que es la verdadera identidad. La generalización es es totalizadora.
El Romanticismo también reacciona contra la razón ilustrada. La razón precisamente lo que hace es generalizar y totalizar. En el hombre hay muchas cosas que no son racionales. No podemos reducir el hombre a algo puramente racional porque lo deshumaniza. La poesía de William Blake es la expresión de esta nueva sensibilidad.
William Blake |
Expresionismo de Herder: El arte es la expresión del ser humano. Las personas tenemos la necesidad de comunicarnos y para eso usamos el lenguaje. El lenguaje pertenece al pueblo. Es el pueblo el que lo ha hecho y ha transmitido en él su identidad. También sucede que un alemán no es igual que un portugués, porque sus culturas son distintas. La cultura determina la cosmovisión de las personas. En consecuencia, dos personas con dos culturas distintas no pueden entenderse.
Esto también afecta al arte. La obra de arte no es universal. Las culturas las determinan y solo pueden entenderse desde dentro de la cultura.
Esta visión romántica de la cultura y el arte deriva en el gusto por las canciones tradicionales, que suponen que guardan el espíritu del pueblo. En tanto que tradicionales, están más cercanas al origen, luego se acercan más a ese espíritu del pueblo. En tanto que de creación colectiva, recogen esa identidad global del pueblo.
Herder |
Moral y libertad: Kant y su discípulo Schiller sostienen que la libertad es poder sobreponerse a los dictados de la naturaleza y de la cultura. Ser libre es superar el determinismo. Para Kant no hay nada peor que la dependencia de un hombre de otro, porque le resta la libertad. Si tomamos decisiones en función de nuestra sociedad/cultura, no estamos siendo libres.
La idea de la libertad en Kant y Schiller es contradictoria con la de Herder y Fichte. Para estos dos últimos se es individuo en el pueblo. El pueblo viene a ser una especie de superindividuo. El ser humano se concreta en la cultura. No hay individuo sin cultura.
Lo que une a Herder y Fichte con Kant y Schiller es la idea de la libertad individual. Cómo alcanzarla ya lo hace cada uno a su manera. La idea es el individuo por encima de todo.
Fichte |
Esta hipervalorización del individuo se proyecta sobre la concepción del arte y la forma de conocmiento:
El arte como juego para huir de la vida gris: Imitar a un piel roja. El arte te hace libre porque ahí tú creas tu propio mundo. regido por tus propias leyes, no impuestas por la naturaleza o la sociedad.
La forma de conocimiento: el logro de los hombres no consiste en conocer los valores (como era hasta entonces), sino en crearlos. No hay un modelo que seguir. Esto es lo que enseña la ciencia. Todo es flujo, movimiento constante. Cambia continuamente. Es un proceso de empuje continuo, que puede ser hasta hostil para el hombre -como sostiene Schopenhauer-, o amigable, pero en ambos casos el hombre no puede domeñarlo, no puede comprenderlo. Es un proceso de creación constante. Así, Wordsworth dice que analizar equivale a matar. No podemos reducir esa fuerza de creación constante a la ciencia ni a la razón. No se pueden emitir leyes ni fórmulas porque lo que buscamos es inagotable e inaprensible. El medio para llegar a esa verdad que está por encima de la razón son los mitos y de símbolos. La teoría romántica del simbolismo cree que el mundo es un misterio que hay que descifrar. Para ello hay que trazar las correspondencias ocultas que unen los objetos sensibles con ese flujo constante, esas grandes verdades que están más allá de lo perceptible. Los mitos y los símbolos suponen que encuentran esas correspondencias. Pero sería absurdo volver a los mitos griegos, porque la cultura ha cambiado. De ahí que el romanticismo sea un momento de crear sus propios símbolos.
Schopenhauer |
El estado y la ley, ya no dependen del contrato racional, sino de la tradición. Toda nación tiene su propia ley, su propia tradición, en la que se supone que está ese espíritu del pueblo del que hablaba Herder. No existen leyes externas objetivas.
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