A principios de siglo se trabajaba menos. Nos prometieron que con las máquinas lo íbamos a hacer aún menos, pero nos mintieron. Se trabaja más. Berardi habla de trabajadores esclavos
Los estudiantes tienen que endeudarse de por vida para poder estudiar. Esta deuda hace que no puedan dejar o escoger ciertos tipos de trabajo. Así tenemos estudiantes esclavizados.
Hasta los noventa este modelo funcionó.
Ha caído el muro y hemos perdido las identidades con la globalización. Buscamos las identidades en el nacionalismo.
Berardi habla de trabajadores cognitivos, frente a los manuales de antes.
El imperio del mal era el comunismo. luego los musulmanes. Es para justificar el fracaso del capitalismo.
En años 70 se acaba con la ética del trabajo en las clases populares. Ahora han estudiado, tienen acceso a una vida mejor y ya no les convence eso de que trabajar sea bueno. El trabajo industrial embrutece y crea miseria.
Las máquinas parece que puede hacer que se necesite menos mano de obra.
Parece que ambas tendencias van a converger. Pero no. Llega la lógica capitalista. En lugar de reducir tiempo de trabajo, se despide y así se destruye el movimiento y la fuerza obrera. Es la revolución neoliberal.
En los años 70 pasamos a sociedades de control de cuerpos y mentes como analizaba Foucault -lo cita directamente-.
El trabajo industrial no desaparece en la época postindustrial. Se va a donde puede pagar menos y donde no hay regulación alguna, puede contaminar, etc...
El semiocapitalismo es el capitalismo en el que se genera imágenes y símbolos.
Tenemos tanta información que el poder está en decidir donde se focaliza la atención del público.
Con tanta información hemos sustituido la valoración crítica por pasar de un dato a otro sin detenernos.
Tenemos niños a los que ha educado más la televisión que sus padres. Estos niños no tienen desarrollado el lenguaje. Son incapaces de verbalizar sus opiniones ni sus sentimientos.
El porno y la tortura: el porno existe porque en el mundo de estímulos infinitos se desliga la experiencia de la realidad virtual. No sabemos amar ni gozar.
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