martes, 20 de febrero de 2024

POLÍTICA

 

Platón y Aristóteles - San Sebastián, ciudad de la cultura

 

 

 

 

En la "República" de Platón, se abordan temas fundamentales sobre la política, las leyes y la formación del político ideal.

Platón sostiene que el hombre, por naturaleza, está destinado a vivir en sociedad. A partir de la división del trabajo, surge la necesidad de un gobierno, el cual debe ser ejercido por una minoría selecta.

En su visión política, los intereses individuales de los ciudadanos deben estar subordinados al bien común de la ciudad. Según Platón, el mejor ciudadano es aquel que logra hacer coincidir sus intereses personales con los intereses de la polis.

Platón también se inspira en Hesíodo, quien afirmaba que todos los hombres nacen iguales, pero cada alma posee cualidades únicas que determinan su posición social en la sociedad.

Para Platón, la política es una cuestión de justicia, que implica encontrar un equilibrio entre las diversas partes heterogéneas que componen la polis, asegurando así el bienestar y la armonía de la sociedad en su conjunto.

En la concepción política de Platón, al igual que en la estructura del alma, se distinguen tres clases fundamentales:

a) El alma racional, representada por los magistrados, que corresponden al cerebro o la inteligencia de la ciudad. Su función es gobernar, legislar y promover la educación. La virtud que los define es la sabiduría y la prudencia, y deben ser filósofos. La autoridad no proviene del más fuerte o el más rico, sino del individuo más sabio.

b) El alma irascible, personificada por los guerreros, cuya responsabilidad es la defensa y el combate en nombre de la ciudad. Su virtud principal es el valor.

c) El alma concupiscible, representada por los trabajadores materiales, encargados de proveer los recursos materiales necesarios para la ciudad. La virtud que los caracteriza es la templanza.

En el modelo político planteado por Platón, no hay lugar para debates como los que se dan en la democracia, ya que considera que si se comprenden las ideas, no hay necesidad de discutir sobre ellas.

La teoría de las ideas no surge únicamente de una necesidad de conocimiento, sino también de la búsqueda de estabilidad política en un contexto determinado.

Además, Platón rechaza la idea de que la ley deba surgir del consenso, como sostenían los sofistas. Para él, la ley debe ser el resultado de la razón y el conocimiento.

En la visión platónica, el objeto de la ley es el bien común por encima de los intereses particulares, y debe adaptarse a las circunstancias cambiantes. Un argumento poderoso y psicológicamente efectivo para fomentar la obediencia a la ley es que las personas tomen conciencia de su alma eterna.

La educación desempeña un papel crucial en el modelo político de Platón. Lejos de considerar a los individuos como un rebaño gobernado por los dioses, Platón sostiene la necesidad de educar al gobernante. Esta educación no se centra en habilidades prácticas como proponían los sofistas, sino en el cultivo de las ideas y el fomento de la virtud.

Para Platón, el gobernante ideal debe ser un filósofo, ya que percibe una correspondencia entre el mundo sensible y el mundo de las ideas. Desde el nacimiento, se selecciona a los individuos más aptos, y hasta los veinte años se les educa para convertirse en guerreros, enfocando su formación en el valor y la defensa de la ciudad. Posteriormente, se realiza una nueva selección, y aquellos que no son elegidos permanecen como guerreros.

Los individuos seleccionados para el gobierno pasan cinco años dedicados a la dialéctica, con el propósito de adquirir conocimiento profundo de las ideas. Solo a los cincuenta años están preparados para asumir roles de liderazgo y convertirse en gobernantes.

En la utopía política propuesta por Platón en su obra "La República", se plantea un modelo de sociedad radicalmente diferente al sistema político de su época. En esta sociedad ideal, se aboliría la noción tradicional de familia, eliminando la propiedad privada y compartiendo todos los bienes comunes. No existirían vínculos familiares ni posesiones individuales, y se establecería una planificación estricta de la natalidad, con el sacrificio de niños defectuosos para mantener la pureza de la sociedad.

En este sistema, se busca minimizar las distracciones del trabajo físico, considerado inferior, para enfocarse en el desarrollo intelectual y el gobierno. Por lo tanto, los ciudadanos no tendrían la obligación de trabajar, permitiéndoles dedicar su tiempo al conocimiento y a la administración de la polis.

El gobierno estaría compuesto por una élite selecta que gobernaría por turnos, alternando entre períodos de gobierno y períodos de estudio. Aquellos ciudadanos que no estén involucrados en el gobierno estarían dedicados al estudio y al desarrollo personal.

Platón aboga por la exclusión de los artistas de esta sociedad ideal, ya que considera que sus creaciones introducen emociones y sentimientos que pueden desviar a las personas del camino de la razón y el conocimiento. Además, critica la influencia negativa de los artistas en la moral y el comportamiento de la sociedad, así como su capacidad para engañar a las personas al crear una ilusión de belleza en el mundo sensible.

El concepto del "rey filósofo" en la obra de Platón representa una síntesis de autoritarismo e intelectualismo, siendo una figura que no es directamente citada por el autor pero que refleja la tradición filosófica subyacente en sus ideas.

Platón clasifica los diferentes tipos de gobierno en su obra "La República", estableciendo una jerarquía que muestra cómo la virtud y la justicia están intrínsecamente ligadas al buen gobierno:

a) Monarquía: Es el gobierno liderado por un rey o por aquellos considerados los mejores. En este modelo, la virtud predominante es la justicia, y el gobernante actúa en función del bien común. Sin embargo, la degeneración comienza cuando los intereses personales se anteponen al bien de la sociedad, lo que lleva a la corrupción del sistema.

b) Timocracia: Similar al gobierno espartano, la timocracia se basa en los valores del honor, pero no en una auténtica virtud. Este sistema es el germen de lo que viene después, donde se produce un desequilibrio entre los militares y los guardianes.

c) Oligarquía: Este tipo de gobierno está dominado por los más ricos, lo que crea una división de clases y resentimientos sociales. La estructura de clases se utiliza para explotar a los pobres, lo que lleva a la injusticia y a la revuelta.

d) Democracia: En la democracia, el gobierno está en manos de los demagogos y se caracteriza por la libertad individual para buscar el propio interés, lo que a menudo conduce al caos y la anarquía.

e) Tiranía: La tiranía representa el peor escenario político, donde un líder tiránico, a menudo surgido de la democracia, gobierna por la fuerza y el despotismo. Este tipo de gobierno es el resultado de la corrupción y la decadencia de los sistemas anteriores.

Platón utiliza esta clasificación para establecer una escala moral de los diferentes tipos de gobierno, mostrando cómo cada uno refleja aspectos de la personalidad de quienes lo componen. Desde el control de los apetitos por el honor en la timocracia hasta el dominio absoluto de los apetitos bajos en la tiranía, Platón busca demostrar cómo el carácter de los gobernantes y ciudadanos influye en la calidad de la sociedad y del gobierno.

 

 

 

 

 

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